lunes, 15 de noviembre de 2010

Excusatio non petita, accusatio manifesta

Las constantes cesiones que el mundo taurino está llevando a cabo con los antitaurinos abre dudas sobre lo correcto de la tauromaquia en todos sus niveles. Curiosamente, lejos de comenzar a sacar pecho, cada vez bajamos más la cabeza hacia el suelo y nos disculpamos antes de que nos pidan confesión como admitiendo nuestro mal por participar en rituales taurinos. ¿por qué razón escuchamos constantemente en coloquios y conferencias disculpas hacia el sufrimiento del toro?, es decir, ¿por qué afirmamos apresuradamente que se toman medidas para que el toro no sufra?; no nos equivoquemos, por el momento yo todavía no tengo cargo de conciencia como para afirmar constantemente que el toro no sufre; lo primero diremos que no sabemos si sufre o no sufre, aunque el único estudio al respecto y aún sin rebatir del profesor Illera dice que el toro no sufre como cabe esperar, de modo que no veo por qué debemos admitir que nuestras tradiciones cada vez miran más por el animal en vez de preocuparnos por intensificar el verdadero valor del rito y el transfondo humano que ha mantenido hasta hoy la fiesta taurina. Dejemos de admitir chorradas; sí, probablemente al toro le estresa, sí, probablemente al toro le duele y sí, probablemente el toro al final muere, pero al igual que lo hacen el resto de nuestros animales con la diferencia de que el toro mantiene su posición animal desde tiempos inmemoriales sin modificación.

Tal vez la clave esté en decir las cosas claras y no temer las represalias por defender valores y ritos que ya en pocos lugares se encuentran, ahora mola más el individualismo agresivo que la colectividad reflexiva. Dejemos de pedir perdón y asumamos todo lo que nuestra fiesta significa con todos sus matices aunque seamos atacados por ello, ya que en estos matices es precisamente donde reside el gran atractivo simbolista a pesar de que estos símbolos tengan forma de sangre, fuego, soga, lanza o franela.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Medinaceli ¿un rito bárbaro?

Cuando te desplazas a lugares como Medinaceli o Tordesillas sientes cómo pasan los siglos hacia el pasado; el estrés y superficialidad comercial y mercantil de nuestra sociedad queda por un momento paralizada para recordarnos que seguimos siendo humanos, humanos con la necesidad vital de compartir e interiorizar un ritual que necesita obligatoriamente una reflexión que pocos están dispuestos a asumir para sentir el significado de la lanza en Tordesillas y del fuego en Medinaceli.



El 13 de noviembre marca la fecha al Toro Jubilo de Medinaceli, otro de esos ritos "bárbaros" que a los españoles les gusta tanto celebrar, un ritual impregnado de cortante frío y magnífico simbolismo que reúne a una sociedad heterogénea que convive y comparte la barbarie para sentir lo que otros ya quisieran y que por desgracia no se encuentran capacitados; capacitados para asumir su propia barbarie impresa en el ADN del ser humano y ejecutar el rito que nos acerca a nuestra realidad de ser simbólico. Y es que nuestra sociedad de plastilina pide a gritos la recuperación de los ritos que tantos valores humanos transmiten, pero el mecanismo social actual ha dejado inválidos a los cerebros para resistir la pureza de un rito real, por ello el Toro Jubilo de Medinaceli y el Toro de la Vega en Tordesillas, ritos de pureza máxima no aptos para blanditos, representan el objetivo principal de aquellos que prefieren focalizar su barbarie hacia el igual que hacia el animal totémico y dejar así de lado los citados valores humanos que nos proporcionan estos ritos en los que el humano es más humano y el animal más animal, en los que la unidad del ser humano vence al espíritu del mal representado en el toro, un espíritu del mal tantas veces presente en nuestra sociedad en diversas formas pero que sin la experiencia del rito nos hace más blandos, más alejados de la realidad y estúpidos en nuestras afirmaciones confundiendo incluso a los animales con humanos y viceversa, siendo capaces de aplicar violencia antes sobre los humanos que sobre el animal al que en realidad debemos matar para vivir ¿qué hay más natural si no que hacer lo que la naturaleza nos dicta?.
Por todo ello les invito a que el próximo año acudan a Medinaceli les gusten o no los toros, solo vayan para sentirse más humanos y recuperar lo que la sociedad superficial quiere borrar para hacernos simples y blanditos incapaces de enfrentarnos a la dura realidad, una realidad que a diferencia del ser humano no cambia y sigue siendo tan hostil como lo ha sido siempre. Escapen pues de la realidad prefabricada de la sociedad moderna y vuelvan a tener contacto con sus raíces para recordarse de dónde vienen y recuperar la perspectiva.

sábado, 2 de octubre de 2010

Casta abre sus puertas

Tras varios meses de cambios, Casta Comunicación vuelve a abrir sus puertas con cambios considerables, ya que la imagen renovada que ofrece ahora va enfocada a la producción audiovisual y diseño gráfico en exclusiva, mientras que ha sufrido una gran apertura social mediante twitter http://twitter.com/castacomunic
Facebook y el blog desde el cual se mantendrá informados a todos los usuarios.
No obstante, Casta Comunicación continuará en continuo progreso para dar cada vez una información taurina más completa.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Perros locos, toros sociales

Durante la tarde de ayer martes 28 de septiembre, la 2 de Televisión Española emitió uno de sus habituales documentales, pero en este caso no eran ni leones persiguiendo a gacelas, ni tiburones devorando a focas, sino que el documental habló sobre animales muy cercanos al ser humano, tanto como lo son los perros.

Desde hace ya varios años y más con el aumento de la pseudo-modernidad impuesta por los mass media en las desnaturalizadas urbes, hemos visto cómo cada vez es más habitual ver a perros más abrigados que algunos humanos, y no me refiero a la natural capa de pelo que los cánidos ya traen de serie, sino a lujosas prendas de vestir que sus dueños/as se empeñan en poner a sus mascotas, como si al pobre perrito le gustase tal excentricidad. Por supuesto que volveré a apoyar la libertad individual para disfrazar a su mascota como más le convenga; pero esta moda canina llama más la atención cuando un caniche desprovisto de sus rizos naturales, pelado en conjunto salvo en estratégicos puntos pensados para construir una oda imaginativa a la peluquería canina más hortera, éste permanece atado al tronco de un árbol junto al mendigo que, con harapos, pide en la puerta del supermercado al que el dueño/a del trajeado animalito ha entrado a realizar su compra semanal.

Chihuahua ¿humano?
Sigamos en esta comparación humano-canino; sé que no es correcto realizar una comparación entre animales y personas por no tratarse de seres equiparables, ya saben por aquello de la racionalidad y la irracionalidad o los derechos, sentimientos, etc…, pero correré el riesgo; también en la tarde de ayer y una vez visto el documental al que hago referencia en el comienzo de este artículo me acerqué a un gran supermercado como acompañante. Mientras unos hacían la compra yo me dirigí movido por instintos infantiles a la zona de juguetería, allí comencé a recorrer cada estantería observando los juguetes que hoy hacen felices a los niños: robots, coches de carreras, luchadores, armas de todo tipo, muñecas de sonrisa simple y miles de animales plastificados de mil formas y colores, animales representados como animales, es decir, los cerdos descansan sobre cuatro patas y no dos, y gruñen: no hablan y menos cantan, eso sólo ocurre en el resto de nuestra vida ficcional. Pero cuál fue mi sorpresa que cuando ya creía que habían terminado los juguetes, tras la sección de electricidad volvieron a absorberme multitud de cachivaches coloridos, blandos algunos, duros otros… en ese momento pensé que me encontraba en la sección de bebés, pero un saco enorme de pienso para perros me devolvió a la realidad; aquellas estanterías mostraban juguetes para perros, unos juguetes que recordaban demasiado a los que utilizan los niños en sus primeros meses de vida, tal vez otra excentricidad que los perros más perros, aquellos que todavía pueden sentirse orgullosos de pertenecer a la raza canina por comportarse como perros, odiarían si tuviesen capacidad de odiar.

Y sobre esto precisamente habló el documental: de perros locos por culpa de los propios humanos. Dicho audiovisual afirmaba que diversas razas de perros acomodadas al ser humano por el ser humano (véase un chihuahua) carecían de cualquier oportunidad de supervivencia en la naturaleza, de modo que estos pseudo-perros a menudo mostraban patologías graves ocasionadas por el tratamiento humano al que se estaba sometiendo al perro; de este modo explicaba el narrador el hecho: “dígale a un perro que corra y estará todo el día corriendo, dígale a un perro que busque y buscará todo el día, dígale a un perro que cace y estará todo el día cazando pero dígale a u perro que sea un humano y el perro no sabrá lo que hacer”, así pues los perros-humanos resultan ser animales muy desgraciados que sin saber siquiera a qué raza pertenecen, si a humanos o a perros, deben, dentro de su inconsciencia, asumir tratos hospitalarios para humanos pero tremendamente fastidiosos para perros que les provocan desequilibrios psíquicos que más tarde son tratados en programas de televisión al más puro estilo Bricomanía.

De este modo, podemos afirmar que cada vez nos encontramos más rodeados de perros locos atados a un dueño/a que creen tener como mascota a un ser igual que él; trato desnaturalizado que no encontramos por ejemplo en los pueblos, lugares donde el perro sigue siendo tratado como tal y cuida ovejas, caza, corre, ladra y aúlla sin ser reprimido.

Es en este sentido en donde entra en juego la figura del toro, un animal tremendamente unido al ser humano en tradiciones y rituales pero que sigue siendo tratado como el animal que es: un toro bravo. A nadie se le ocurriría ponerle un jersey de punto a un Domecq o un Victorino, ni siquiera se entendería que un ser humano tuviera una relación afectiva con un burel.

El toro de lidia, hoy por hoy, es uno de los animales más ligados al ser humano y que menos tratos humanos recibe, el toro es toro y así se le trata dejando que demuestre su bravura en calles y plazas, otorgándole la oportunidad de demostrar que es un animal con todas las letras, sin quebrantos psicológicos ni pérdidas de identidad. De ahí la grandeza de la fiesta de los toros; quien ve a un toro ve la naturaleza en estado puro, sin mentiras, sin ser tratado como un hermano, un hijo o un abuelo, y permitiendo que el animal mantenga así todas sus facultades sociales intactas, ya que un toro como un perro es un animal social que necesita pertenecer a un grupo, a una manada, pero el perro ya ni siquiera sabe a qué manada pertenece ni si tiene una manada.

¿Se imaginan un nuevo programa televisivo en el que el “Adiestrador de Toros” sopese y estudie las patologías psicológicas de los toros-humanos para devolverles la tranquilidad que les ha sido arrebatada?

Cuánto quisiera un perro si tuviera conciencia ser tratado como un toro.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Las manipulaciones de “Animal” parte 2

Una vez comienzan las intervenciones de los personajes nos encontramos en primer lugar con Carmen Maté (directora del zoo de Barcelona), en este caso encontramos ya el primer error en cuanto a personajes, ya que de todos es sabido que el animalista de verdad está en contra del sufrimiento animal en cualquiera de sus variadas formas, siendo los zoológicos uno de los lugares a erradicar por los animalistas por el supuesto estrés psicológico que les provoca, de hecho a continuación dejo un enlace de Igualdad Animal en la que citan a sus activistas para realizar una protesta contra, precisamente, el zoo de Barcelona.

http://www.igualdadanimal.org/actividades/2007/05/13/acto-contra-el-zoo-barcelona-espa
Por si deshabilitaran este enlace aquí les dejo el texto literal:

Inicio: 13/05/2007 16:30
Fin: 13/05/2007 18:00
Zona horaria:Etc/GMT+1
El próximo domingo 13 de mayo, Igualdad Animal realizará su primer acto-protesta en Barcelona, para mostrar nuestro rechazo a la explotación animal en zoológicos, y denunciar la injusticia que estos centros suponen para los demás animales. Sujetaremos carteles reivindicativos y repartiremos folletos.
Nos reuniremos a las 16:00 en Arc del Triomf, bajo el mismo arco (metro L1). Esperaremos allí 10 minutos a los activistas que quieran unirse al acto, y nos marcharemos hasta la puerta del zoo. El acto comienza a las 16:30 y termina a las 18:00.
Os invitamos a participar con nosotros para ayudar a los animales, escribe a:

Como dato curioso diremos que el documental de “Animal” se estrenó por vez primera el 5 de octubre de 2007 en Ucrania para llegar a España el 12 de octubre de 2007 en el festival de Sitges, año que coincide con la protesta anteriormente reseñada (13 de mayo de 2007), resulta evidente que existe una incoherencia de raíz en el propio movimiento animalista y en el propio director Ángel Mora, que en la selección de personajes comete el primer error en su comienzo.

Por tanto, mientras Igualdad Animal protestaba contra el zoo que regenta Carmen Maté, ésta explicaba en el documental que no hay que olvidar que se trata de mamíferos con el mismo sistema nerviosos que nosotros y por tanto el animal sufre en las corridas de toros, pero no explica el supuesto sufrimiento psicológico que pueden tener todos los animales que tienen encerrados en su zoológico. De modo que todos aquellos argumentos que nos plantea Carmen Maté los analizaremos pero con la premisa de base de que en su planteamiento inicial existe una incoherencia lo suficientemente grande como para que el resto de argumentaciones que realice sean puestas en tela de juicio.

Incluso se arriesga a hablar de las emociones de los animales, es decir, podremos afirmar según las palabras de Maté, que los animales sienten y padecen, por tanto el zoológico que regenta probablemente se encontrará con numerosos casos depresivos y esquizofrénicos del mundo animal.

“Cualquier espectáculo, cualquier tratamiento… no me gustaría utilizar el término fiesta, barbarie que se realiza con estos animales para divertirse, les está provocando inevitablemente un sufrimiento y disfrutar con el sentimiento de un ser sintiente es deplorable”. Esta es la frase con la que Maté termina su primera intervención analicémosla y veamos cómo en realidad tira piedras sobre su propio tejado; comencemos haciendo lo que ya hicimos en la parte primera de este análisis, recurriremos a la R.A.E. para ver qué es un espectáculo:

espectáculo.
(Del lat. spectacŭlum).
1. m. Función o diversión pública celebrada en un teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega la gente para presenciarla.
2. m. Conjunto de actividades profesionales relacionadas con esta diversión. La gente, el mundo del espectáculo.
3. m. Cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles.
4. m. Acción que causa escándalo o gran extrañeza. Dar un espectáculo.
Una vez visto el significado de espectáculo veremos qué es para la R.A.E. un zoológico:
~ zoológico.
1. m. Lugar en que se conservan, cuidan y a veces se crían diversas especies animales con fines didácticos o de entretenimiento.

Como vemos el zoológico es un lugar con fines didácticos o de entretenimiento, dicho sea de paso que es raro el zoológico en el que no hay diversas exhibiciones con animales al más puro estilo circense, entretenimiento al que también hace referencia la palabra espectáculo al decir que es una función o diversión pública, de modo que no tendremos problema en admitir que una diversión pública es en sí misma un entretenimiento, o lo que es lo mismo, tanto los zoológicos como otros espectáculos con animales son semejantes en sus fines y formas. Así pues podemos incluir en la frase de la directora del zoo de Barcelona a su propio zoo como algo que ella misma quiere erradicar, aunque no lo dice, si lo analizamos así lo piensa.

La siguiente persona que interviene es Kontxi Reyero, ex presidenta del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal tras presentar una carta de dimisión que dejó tras de sí gran rumorología, Concepción Reyero, tal vez la mayor promotora de las protestas contra el Toro de la Vega en Tordesillas. En su intervención afirma que los festejos taurinos inciden más en el factor de crueldad por hacer de la muerte del toro una fiesta. En este sentido diré que ya escribí sobre la importancia de los ritos en la actualidad de modo que aquí les pongo el enlace en el que se explica por qué es realmente en la fiesta taurina en la que existe más humanismo que en otras actividades con animales:


No obstante, sí que es verdad que admitir que el ser humano necesita de rituales puede resultar subjetivo de modo que no ahondaré más en este tema.

Pasemos entonces al siguiente interviniente, en este caso se trata de Luis Luque presidente de Altarribia quien en los encuentros digitales de El Mundo a la pregunta de si es vegetariano respondió:

2. ¿ es usted vegetariano?
No, yo personalmente no soy vegetariano pero, bien es cierto que, en la medida en la que estoy metido cada vez más en la protección de los animales, la carne no forma parte ya de mi menú habitual

De modo que antes de empezar ya tenemos la primera incoherencia, ya que ami modo de ver no se puede defender a los animales de una manera discriminatoria, es decir, para lo que me gusta sí y para lo que me gusta no, ¿qué pensarían de alguien vegano que acude fervientemente a corridas de toros?
Aquí les dejo el link de la entrevista de la que fue sacada la pregunta a Luis Luque:


Tras la intervención introductoria de Luis Luque entra en escena el profesor de filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona Jorge Riechmann, este poeta y miembro del Consejo de Greenpeace España así como afiliado a Ecologistas en Acción habla de manera personal como profesor de filosofía y no en representación de Greenpeace, ya que esta organización de la que es miembro del consejo no lucha contra las corridas de toros de manera pública puesto que se declaran bienambientalistas.

En su primera intervención afirma que las corridas de toros son un lastre histórico y afirma que la gente que las sigue carece de capacidad de acercarse a los otros animales e insinúa abiertamente que también existe incapacidad e acercarse a otras personas. En resumen; Riechmann nos dice que a quien les guste las corridas de toros no es capaz de respetar a las personas. Desde luego se trata de una afirmación demasiado seria como para realizarla de una manera tan banal sin nada que la respalde, y más teniendo en cuenta el dilatado bagaje cultural de quien lo dice. Precisamente en su afirmación comete una nueva incoherencia y es que según dice Riechmann quien siente atracción por las corridas de toros tiene a su vez una posición poco reflexiva ante la vida, una reflexión que en este caso le faltó al propio Riechmann al realizar la afirmación anteriormente expuesta. Desde luego que no existe estudio alguno que avale lo que Riechmann sugiere; no existe nexo alguno entre la violencia y las corridas de toros. Precisamente, este tema nos lleva irremediablemente a recordar los numerosos estudios que se han realizado sobre videojuegos – violencia – jóvenes, estudios que en este caso sí que apuestan por una relación directa entre la violencia de los videojuegos y la violencia de los jóvenes, claro que estos estudios no pueden extrapolarse ya que en un videojuego es el propio usuario quien ejerce la violencia sobre otro supuesto ser humano, recordemos que la inmensa mayoría de juegos violentos son de violencia entre humanos, por tanto resulta delicado asumir que quien ve una corrida de toros acrecienta su instinto violento, porque si hiciéramos caso a Riechmann también podríamos afirmar que los espectadores de un combate de boxeo o de cualquier otra exhibición de lucha serán en esencia personas violentas, así como aquellas que presencien películas con alto contenido violento. Desde luego que para realizar tales afirmaciones hay que estar amparados por estudios serios que así lo demuestren, de lo contrario estará incurriendo en injurias al llamar violentos a aquellos que no lo son.

Tras Riechmann entra en escena Lucía Etxebarría, conocida escritora que comete el mismo error que Riechmann pero esta vez sin medias tintas, dice:

“Yo creo que los que están a favor del maltrato animal siempre ponen un argumento muy maniqueo que es: por qué preocuparse de los animales si hay tantos niños muriéndose de hambre. Pero en realidad el que no sabe preocuparse de un animal tampoco sabe preocuparse de un niño, eso es evidente, es decir, el que es incapaz de sentir empatía hacia un ser que sufre no la va a sentir más porque sea un niño o  porque sea un toro”

Esta afamada escritora, esperemos que en sus libros exista mayor documentación que en este caso, comete varios errores en su afirmación. En primer lugar se dirige a los taurinos como personas que están sistemáticamente a favor del maltrato animal, es decir, llama deliberadamente maltratadores a los taurinos (injuria), sabiendo a ciencia cierta que el que asiste a una corrida de toros no es violento por ello, hagamos una reflexión algo demagógica para demostrar rápidamente que Etxebarría se ha aventurado a hablar gratuitamente: de todos es sabido que por ejemplo Joaquín Sabina acude a corridas de toros así como Sánchez Dragó o incluso Antonio Gala, ¿cree Lucía Etxebarría que a esta gente y a otra mucha le gusta ver o disfruta con el maltrato de animales, la respuesta sí que es evidente: no.

Pero su segunda afirmación resulta más dañina y de una clara evidencia de falta de profesionalidad, ya que la documentación que ha adquirido para decir que “en realidad el que no sabe preocuparse de un animal tampoco sabe preocuparse de un niño” es nula, inexistente. De nuevo, como ya he adelantado, comete el mismo error que Riechmann pero esta vez Etxebarría lo afirma tajantemente: el taurino no puede sentir empatía por un niño. Creo que semejante afirmación deja en evidencia ya en sí misma a la ejecutora de la premisa. Desde luego que, por muy poco que guste la tauromaquia, cualquier persona no enajenada ni absorbida por el radicalismo podrá separar la tauromaquia de la violencia con humanos y más con niños, la afirmación de Etxebarría es tan inexacta y superficial como afirmar que “todas las antitaurinas son feas”.

Una vez analizada la desacertada intervención de Etxebarría seguiremos con Ramón Mañe, obispo de la Iglesia Eseña de Tarragona, para aquellos que no sepan qué tipo de iglesia es esta, les diré que los esenios fueron una de las principales sectas religiosas que existieron en Palestina en el siglo I, este movimiento religioso caracterizado por su vestimenta blanca afirmaba que Jesús perteneció a la secta Esenia, una secta vegetariana a la que se supone que también pertenecieron los seguidores de Jesús, claro está que con esta iglesia todo aquello del cordero sagrado caería en el olvido. Una vez presentada la iglesia a la que pertenece el siguiente personaje veamos lo que dice.

En este caso Ramón Mañe arranca diciendo que quien maltrata a un animal es como maltratar a un hermano ya que también tiene la capacidad de sentir dolo, incluso afirma que “se puede sentir cómo llora el animal, cómo sufre”, además explica que pone en el mismo plano al animal y al ser humano con el agravante de que el animal no puede defenderse. En este caso advertimos que Mañé compara literalmente al animal con el ser humano empatizando con él a un alto nivel. Cierto es que se han realizados diversos estudios sobre la capacidad de los animales para sentir. Aristóteles o Darwin ya abordaron este tema afirmando que los animales eran tan poseedores de alma como los humanos y por tanto de emociones y sentimientos, no obstante estudios más recientes no avalan la idea anterior, la Asociación Smithsoniana de Washington, una asociación con gran repercusión en cuanto aumento y difusión de conocimiento, afirmó que los animales sí podían tener emociones pero en ningún caso sentimientos por no poseer autoconciencia, recordemos que las emociones es la alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción anatómica, es decir, aquel impulso que le lleva al animal a huir, defenderse, aparearse o alimentarse, de modo que dichas emociones vendrían impresas en el ADN del animal que instintivamente y de manera no libre tomaría las decisiones anteriormente expuestas por una reacción anatómica a la que llamaremos emoción. Pero en ningún caso, según la Asociación Smithsoniana podremos afirmar que un animal puede amar, odiar, reír, llorar u otras tantos sentimientos que experimenta el ser humano. Pongamos en este caso un claro ejemplo que sucede con gran frecuencia en el reino animal entre los mamíferos: los casos de parricidio son tremendamente habituales, no es raro ver en plena sabana cómo un león decide por instinto acabar con la vida de los cachorros de una leona cercana, una vez realizada semejante atrocidad, de manera sistemática la leona entra en celo siendo cubierta por el león que mató a los cachorros de dicha leona. En este caso que es extensible a numerosas razas de animales si contempláramos que sí que existen sentimientos en los animales percibiríamos que tras una muerte tan traumática como es que maten a sus propios cachorros esta entraría en una profunda depresión y lo que menos se le pasaría por la cabeza sería procrear con el mismo león que mató a sus crías. Por ello, en este caso y en otros tantos de la vida salvaje vemos que son los instintos los que hacen actuar al animal y no sus sentimientos a pesar de que en muchas ocasiones, para el desentrenado ojo humano que apenas ya tiene contacto real con la naturaleza, pueda parecer que en un cortejo instintivo, por ejemplo de dos jirafas o de un toro con una vaca pueda haber amor. Pero tampoco seremos radicales en esta afirmación sobre los sentimientos de los animales ya que también existen otros estudios que contemplan que los animales pueden tener sentimientos, es el caso de los estudios que realizó el italiano y más tarde argentino Clemente Onelli, este naturalista apostó por los sentimientos de los animales, aunque siempre dirigido a mascotas (perros y gatos) y como él, el actual Peter Singer, filósofo utilitarista convertido en el paradigma de los animalistas, filósofo que apoya a ultranza la idea de los sentimientos animales, eso sí, es el mismo que afirma que si durante el hundimiento de un barco hay un perro y un niño enfermo, él salvará antes al perro que al niño enfermo.

De este modo, por todo lo expuesto anteriormente no existen estudios aclaradores sobre los sentimientos animales, pero sí una línea clara; los animales se encuentran sujetos a instintos que les provocan emociones, y si existiera una posibilidad de que los animales tuvieran sentimientos afectivos éstos serían, tal vez, los más cercanos al ser humano como los perros y los gatos. En este sentido debemos advertir que gran culpa de este lío sentimental reside en la educación audiovisual a la que se está acostumbrado en las grandes urbes siempre tan alejadas del mundo animal; la llamada “ideología Disney” ha provocado en cierto modo que los niños y posteriores adultos más afines al asfalto y centros comerciales que a la naturaleza salvaje piensen que Yogui o Mikey son seres que representan fielmente la realidad animal.

Por tanto la hermandad existente entre humanos y animales que dice mantener el obispo eseño Ramón Mañe, por el momento es sólo una visión subjetiva de su propia relación con los animales pero en ningún caso extrapolable al sentir general.

Montse Escartín, fundadora de AIUDA, es la siguiente interviniente que un toro al tener neuronas y un sistema nervioso semejante al nuestro el sentimiento de dolor también debe ser parecido, y que por tanto no se puede hacer sufrir a un animal simplemente por diversión. En este caso habría que recurrir a los estudios de Juan Carlos Illera, veterinario de profesión, publicó su tesis doctoral sobre el dolor del toro de lidia en 2007 afirmando que gracias al sistema hormonal tan diferente al de otros mamíferos, el toro no siente el dolor que cabría esperar durante la lidia siendo así el momento del transporte el que genera más estrés al animal. Esta tesis que todavía no ha sido rebatida se encuentra publicada, de modo que es de fácil acceso para aquellos escépticos que quieran asegurarse de lo que dice Illera. Por lo tanto, si nos agarramos a esta tesis doctoral las afirmaciones de Montse Escartín volverían a ser del todo subjetivas y no la verdad imperante. Por ello, el director Ángel Mora, al no advertir que los diversos personajes hablan en nombre propio y no según las demostraciones científicas y estudios podremos decir que hasta el momento no existe objetividad alguna en el largometraje que continúa tan sesgado y manipulado como en su inicio.

Aitor Legardon, actor, nos vuelve a transmitir que el ser humano y el animal se encuentran en un mismo nivel, afirmación ya analizada anteriormente, pero esta vez incluso se ofrecen ejemplos que equiparan, según Legardon, el maltrato animal y el maltrato de hombres a mujeres o viceversa, creo que ante semejante comparación será mejor no realizar comentarios al respecto por lo seria que es la violencia de género. Pero su intervención no termina ahí sino que acaba calificando a todos los taurinos de oligofrénicos, eufemismo para llamar tonto, idiota o imbécil; un calificativo que denota muy poco respeto, respeto que luego es pedido por los grupos animalistas.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Las manipulaciones de "Animal" parte 1

A lo largo de este artículo intentaré mostrar y demostrar analíticamente las manipulaciones a las que es sometido el documental “Animal”.

Animal es el título del documental antitaurino realizado por Ángel Mora, un director, productor y guionista que tras comenzar su andadura con el cine X encontró su vocación en el cine de terror, en los últimos años parece haber mezclado ambos géneros para crear el documental denuncia “Animal”; en la página web de cine de terror Proyecto Naschy Ángel Mora realiza una entrevista en la que también habla de su creación “Animal”, de esta entrevista he seleccionado la parte referida al documental para comenzar el análisis por las propias palabras del autor, de este modo sabremos ante qué nos enfrentaremos si vemos el producto final. Aquí les dejo el fragmento de entrevista literal.

VAMOS CON EL FILM ANTI TAURINO ANIMAL. ¿COMO DECIDES METERME EN ESTE TIPO DE FILMS DENUNCIA?
Animal (2007)  nació como un largometraje de ficción durante el rodaje de  Kannibal . Recuerdo que yo tenía la idea desde hace muchos años y nunca me decidía a llevarla adelante. Un día en una pausa del rodaje le comenté al ayudante de dirección, a la maquilladora y al director de fotografía la idea y les encantó. Ellos me animaron a llevarla adelante. A partir de ahí empecé una etapa de asesoramiento que me llevó a diferentes asociaciones animalistas: Libera, Altarriba, Adda, etc. Allí pude comprobar horrorizado la cantidad de festejos salvajes que se realizan en España cada año más allá de las corridas de toros. Era para “flipar”. Creía que todo aquello había que mostrárselo a la gente y decidí rodar en paralelo un documental. A medida que éste avanzaba y crecía, muchos personajes famosos nos ofrecieron su testimonio: Lucía Etxebarría, Ojos de Brujo, Ska-P, Jordi Portabella, Odile Rodríguez de la Fuente, etc. El documental cogió un gran empaque. Sin embargo  el largometraje de ficción que estaba planeado  no pude realizarse. Tuve unas reuniones con Filmax pero no llegamos a concretar nada. ¿Como ha funcionado a nivel asociaciones? La verdad es que allá donde se ha proyectado ha tenido mucho éxito. Desde el Festival de Sitges -donde se estrenó- pasando por Ucrania (premio del jurado al mejor documental), Lisboa, Colombia, Granada, Las Palmas, Bilbao, León, etc. tuvo muy buena acogida y género un gran debate. Programas como “Caiga quien caiga”, “Las gafas de Angelino” o “La noria” pidieron imágenes para ilustrar reportajes sobre el maltrato animal y bueno, creo que pudimos contribuir de alguna manera.

¿ES VERDAD QUE A VECES VUESTRA INTEGRIDAD PELIGRÓ DURANTE EL RODAJE?
Mucho. Tuvimos que rodar con cámara oculta y llegamos a tenernos que disfrazar de “gañán” y hablar como ellos para pasar desapercibidos. Ahora explicado hace gracia pero te aseguro que acojonaba. Estuvimos a punto de escribir un diccionario de traducción: Español-Gañan; Gañan- Español (es broma).

Aquí les dejo el link por si quieren leer la entrevista completa:


Comenzaremos entonces observando la forma en que el autor se posiciona ante la obra que va a llevar a cabo, por supuesto Mora pertenece al ámbito antitaurino y no lo esconde en ningún momento, hasta aquí todo correcto, ya que cada uno puede tomar la postura que desee libremente, eso sí, en la palabra ‘gañán’ que el autor utiliza para, suponemos, dirigirse a los taurinos no resulta para nada respetuosa, de modo que podemos afirmar que el documental podrá ser irrespetuoso en algún momento con aquellos que no piensan como él. Pero bueno, en esto no nos detendremos más, ya que de nuevo repito que las personas se encuentran en libertad absoluta de tomar las posturas que más les identifique.


Análisis del documental

Comenzaremos pues desde el principio a realizar el análisis del documental. Ya en su comienzo nos encontramos con un texto que dicta así: “Para la realización de este documental, los responsables de “Animal” no han torturado, humillado ni matado ningún toro”. A pesar de que esta afirmación resulta del todo accesoria, puesto que al tratarse de un documental antitaurino se da por sabido que los promotores del proyecto no caerán en los errores que ellos mismos denuncian, se encuentra en sí misma manipulada para dirigir desde el primer momento una idea errónea desde su arranque; ahora volveremos a ver la cita inicial con un remarcado de las palabras manipuladas: “Para la realización de este documental, los responsables de “Animal” no han torturado, humillado ni matado ningún toro”. Así pues, vemos que las palabras torturado y humillado son los verbos manipulados, para demostrar dicha manipulación utilizaré exactamente la misma técnica que utiliza el propio documental que no es otra que la de recurrir constantemente a definiciones que la R.A.E. hace de diferentes palabras, eso sí, pasando previamente por el sesgo del autor como ya demostraremos. Pues bien, si recurrimos a la R.A.E. veremos qué dice de la palabra tortura de manera literal:

1.      f. Grave dolor físico o psicológico infligido a alguien, con métodos y utensilios diversos, con el fin de obtener de él una confesión, o como medio de castigo.

En esta definición encontramos la clave de la manipulación, y no es otra que la palabra ‘alguien’, puesto que es a quien es dirigida la tortura, de modo que volvamos a recurrir a la R.A.E. y veamos qué significa ‘alguien’:

1. pron. indef. Designa persona o personas existentes, sin indicación de género ni de número. Antónimo de nadie y, con menor frecuencia, de ninguno.
2. pron. indef. Significa vagamente persona que no se nombra ni determina.
3. m. coloq. Persona de alguna importancia. Quería llegar a ser alguien en el mundo de la música.

Queda claro que en las tres definiciones que otorga la R.A.E. a la palabra ‘alguien’ el sustantivo que se repite es el de ‘persona’, creo que no será necesario ofrecer la definición de persona, de este modo queda descartada por la vía lingüística que la palabra tortura pueda utilizarse para referirse a animales.
Ahora vayamos a la segunda palabra: humillar. En este caso si volvemos al diccionario de la R.A.E. veremos que dice esto:

1. tr. Inclinar o doblar una parte del cuerpo, como la cabeza o la rodilla, especialmente en señal de sumisión y acatamiento.
2. tr. Abatir el orgullo y altivez de alguien.
3. tr. Herir el amor propio o la dignidad de alguien.
5. prnl. Hacer actos de humildad.
6. prnl. Dicho de una persona: Pasar por una situación en la que su dignidad sufra algún menoscabo.
7. prnl. ant. Arrodillarse o hacer adoración.

De nuevo vemos que se trata de una acepción que sólo afecta la palabra alguien, por tanto a las personas y no a los animales. Sin embargo, si observan la numeración de las definiciones apreciarán que falta el número cuatro; la ausencia de la cuarta definición no se trata de un sesgo sino de una acentuación, aquí les dejo la definición cuarta de la R.A.E. en cuanto a la palabra humillar:

4. tr. Taurom. Dicho de un toro: Bajar la cabeza para embestir, o como precaución defensiva. U. t. c. intr.

Como ven, la propia Real Academia de la Lengua detecta la excepción de la palabra sólo cuando se utilice en términos taurinos. Así pues sí podremos decir que un toro humilla sin prostituir nuestro lenguaje. Claro está que Mora podrá decir en su defensa que la palabra humillación en este caso se encuentra dentro del entorno taurino por tratarse de un documental que tiene como telón de fondo al toro, no obstante el contexto en que la introduce acompañada con las palabras tortura y muerte hacen pensar que a la humillación a la que se refiere no es a la acción de bajar la cabeza para embestir, o como precaución defensiva sino a cualquiera de las otras 6 acepciones que ofrece la R.A.E.

Una vez analizada la frase inicial pasaremos a la segunda frase que el autor lanza antes de comenzar con las imágenes en movimiento. En esta segunda frase dice lo siguiente:

“LAMENTABLEMENTE en las ciudades y pueblos que aparecen en el film sí lo hicieron…amparándose en absurdas tradiciones, en añejos rituales y en supuestos Santos Patrones”

De nuevo en esta frase observamos la manipulación lingüística a la que somete Mora al público para dirigir sus mentes con malas artes. En este caso afirmando que los pueblos y ciudades que aparecen en el documental sí que torturaron, humillaron y mataron toros, el autor vuelve a caer y acentúa el error ya comentado en la frase anterior con el agravante de que en su afirmación realiza una acusación penada por la ley, ya que de modo indirecto llama a cada uno de los habitantes de dichos pueblos y ciudades torturadores, humilladores y matadores o directamente asesinos.

El resto de la frase es una mera demostración de poco respeto a las tradiciones, rituales y sentimientos religiosos de los habitantes de dichos pueblos y ciudades puesto que utiliza adjetivos como absurdo, añejo o supuesto de manera despectiva, por lo tanto en esta ocasión no profundizaré más en esta segunda parte de la frase.

Una vez que arranca el documental tras las dos proclamas ya analizadas un toro envuelto en vómitos de sangre es la primera imagen que verá el espectador, en este caso no podemos hablar de una manipulación de la imagen puesto que la imagen muestra lo que ocurre en una plaza de toros, lo que sí que podemos analizar es la manipulación en el propio montaje audiovisual, ya que no es lo mismo mostrar una o varias imágenes de la parte final de una faena descontextualizadas que mostrarlas incluidas en un todo dentro de su contexto. Claro está que el autor es libre de tomar su postura particular frente al tema y darle su propia tendencia no podemos pedir que exista una objetividad que por otro lado es, en esencia, imposible de conseguir, de modo que no existe nada malo en sesgar las imágenes para, de nuevo, guiar la mente del público hacia el terreno que el autor cree preciso, lo que resulta más cuestionable éticamente es dar como hechos verdaderos actos sesgados y manipulados mediante el montaje. Pero como digo, lógicamente si el autor quiere denunciar aquello que ve mal en la tauromaquia debe mostrar aquello que le incomoda de ésta, pero sin ocultar que existe un sesgo claro y palpable que iremos descubriendo a lo largo de este análisis. Una vez superada la primera imagen entra en pantalla la primera definición de la R.A.E., en este caso define la palabra animal:

“Ser viviente dotado de sensibilidad y movimiento espontáneo animal irracional en oposición al hombre. Dícese de la persona muy ignorante.”

Desde luego la definición encaja con varias de las definiciones que ofrece la R.A.E., pero de nuevo, si las colocamos de una determinada manera conseguimos el efecto querido; esto es lo que dice la R.A.E. tal cual:

animal1.
(Del lat. anĭmal, -ālis).
1. m. Ser orgánico que vive, siente y se mueve por propio impulso.
2. m. animal irracional.
3. m. Persona de comportamiento instintivo, ignorante y grosera. U. t. c. adj.
4. m. Persona que destaca extraordinariamente por su saber, inteligencia, fuerza o corpulencia. U. t. c. adj.
5. m. Méx. y Perú. Bicho, sabandija.

Así pues vemos cómo en la definición que exhibe Mora en su documental a discriminado algunas definiciones que otorgan otro sentido muy diferente al que el autor quiere dar de la palabra animal. La definición 5, por ser un término de México y Perú asumiremos su eliminación pero la definición 4 nos muestra una acepción totalmente contraria a la que quiere transmitir el autor, ya que para él la palabra animal aplicada a seres humanos sólo puede significar persona muy ignorante queriendo hacer ver que en el documental se mostrarán a ambos tipos de animales: el irracional y el muy ignorante, mientras que la R.A,E, también nos dice que una persona que destaca extraordinariamente por su saber, inteligencia, fuerza o corpulencia también puede ser calificada como animal, pero Mora no pudo incluir esta acepción de la R.A.E. sobre la palabra animal para evitar que se desvíe la intención y atención del tema antitaurino.

Resuelto y demostrado el sesgo al que Ángel Mora somete incluso las definiciones de la R.A.E. sigamos con el análisis. A continuación y siguiendo con el documental y tras nuevas imágenes de la parte final de la lidia vuelve a aparecer una nueva definición, esta vez sobre la palabra ‘hombre’, en este caso expone:

“Animal racional. Bajo esta acepción se comprende todo el género humano”

En este caso no encontramos manipulación en la definición ya que el ser humano sí es un ser racional.
Realizada la introducción del documental con sonido triste de violín nos comienza a mostrar diferentes escenas campestres y de tauromaquia para dar paso a los diferentes personajes que intervienen. De todos ellos comenzaremos a hablar en la segunda parte del análisis.
A continuación pueden ver la primera parte de este documental.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Hipocresía catalana

No había ninguna duda, pero hoy el descaro de los políticos catalanes ha dejado claro lo que negaban. Hoy el Parlament ha blindado los correbous con cien votos de diferencia entre el sí y el no envuelto en aplausos que volvieron a sonar en el Parlament, pero esta vez a favor de los toros.
Este acto de confirmación hipócrita nos deja hoy claro que la prohibición de los toros en Cataluña no fue más que una burda maniobra política con claros tintes nacionalistas.

El seguimiento masivo popular que tienen los correbous en el Delta de l'ebre (de hecho poco después de la prohibición de los toros en Cataluña una población del Delta de l'ebre soltó un toro por medio de una carretera como forma de protesta por la instalación de un nuevo peaje) parece que han echado para atrás a los políticos que en esta ocasión han preferido dar la patada a los grupos ecologistas que tanto exprimieron para la anterior ILP, y es que detrás del seguimiento que los festejos populares tienen en la desembocadura del Ebro existe un nacionalismo atroz que convierte a esta zona en un bastión importantísimo para la política nacionalista.
Humor gráfico de Antón publicado en el Norte de Castilla 24-9-2010

Lo ocurrido en Cataluña en los últimos meses en cuanto a materia taurina se refiere podría resumirse de la siguiente manera: las corridas de toros y su tinte español con el que llenan todas las tiendas de souvenirs de Salou, Reus, Lloret... deben ser erradicadas para potenciar el nacionalismo separatista, para ello claro está será necesario manipular y utilizar a los grupos ecologistas que ayudarán a cierraojos, sin embargo, a la hora de hablar de los correbous pasaremos de los verdes y sus proclamas idealistas y continuaremos favoreciendo el nacionalismo blindando los correbous; eso sí, si alguien pregunta diremos que semejante incoherencia se debe a que en los correbous no existe la muerte.

Más que descarada es la decisión del Parlament que deja en evidencia sus oscuras intenciones. No cabe la menor duda que el mundo taurino se alegra del blindaje de los nacionalistas correbous pero pedimos por favor que no sigan negando que todo es un paripé de símbolos para conseguir el objetivo final: la independencia. Esperemos que con esta noticia los grupos ecologistas a los que se les ha llenado la boca hablando de la gran iniciativa catalana sean ahora lo suficientemente autocríticos para asumir que han sido utilizados para una causa que quien sabe, con la que tal vez también estén de acuerdo.

Sobre los antitaurinos precisamente he realizado un documental recientemente que fue estrenado el pasado día 6 de septiembre en el Teatro Zorrilla de Valladolid, a continuación os dejo el vídeo del trailer del documental.

viernes, 17 de septiembre de 2010

El Toro de la Vega: el ritual puro

Muchos de los que lean este título sistemáticamente preferirán mirar hacia otro lado afirmando que aquellos que defienden el rito del Toro de la Vega somos unos salvajes desalmados; desde luego que no intentaré rebatir esta idea, que siempre que se manifieste desde el respeto es del todo lícita, pero polémicas a parte entraré en la esencia de este ancestro ritual; lo primero que han de saber es que como todo elemento que genera grandes controversias el Toro de la Vega es un rito de gran complejidad, una complejidad que ni siquiera muchos de los que portan lanzas o lo viven desde los pinares son conscientes de lo que involuntariamente están manteniendo.


Lanzada desde el caballo

Podemos comenzar afirmando firmemente que el Toro de la Vega es hoy el rito más puro de España, y diré de España ya que no soy consciente del resto de rituales que existen en todo el mundo, pero me atrevo a afirmar que muy pocos tendrán la pureza que tiene el Toro de la Vega en Tordesillas. Tal y como dijo el profesor de universidad Luis Martín Arias, "hoy en día vivimos en un simulacro", no somos capaces de tomar decisiones que conlleven un reto real y no tengan una posible marcha atrás; y el ejemplo resulta recurrente, Luis martín Arias, gran conocedor de los ritos desde una perspectiva antropológica, admitió que en actos tan importantes como era antes por ejemplo el matrimonio hoy no es mas que un simulacro más. "Antes casarse suponía enlazarse para toda la vida" ya saben: hasta que la muerte nos separe, pero hoy es un paripé en el que el protagonismo de los novios deja en evidencia la asunción real de lo que están firmando, de modo que al cabo de unos años si la cosa va bien donde dije digo digo Diego y borrón y cuenta nueva. Sin duda este de los esponsales es uno de los muchos ejemplos de pseudo rituales que en tiempos lo eran pero hoy sólo queda un simulacro soez que nos aleja de nuestra realidad de "ser simbólico"; un simulacro que nos genera una realidad paralela que nos hace creer que vivimos una vida plena lo que nos confunde y desorienta de modo que nos encontramos con millones de jóvenes y adultos que buscan desesperadamente el por qué de su existencia, una búsqueda que en ocasiones les lleva a realizar soberanas estupideces como la que en cierta ocasión escuche en uno de esos programas de televisión que te muestran las penas y alegrías de lugares inhóspitos; dicho programa afirmaba que grupos de adolescentes japoneses en los últimos años realizaban quedadas para efectuar suicidios colectivos, de hecho en las universidades del país existe un macabro ranking en el que figuran los suicidios de estudiantes que engordan sus "prestigiosas" listas.

Pues bien, esta ausencia de valores y capacidad para asumir una decisión sin vuelta atrás ha llevado, como digo, a multitud de personas a buscar su realidad de las formas más insospechadas y amenudo erróneas y desesperadas, por ello vuelvo a la raíz del artículo: El Toro de la Vega, este ritual inmemorial plantea una representación pero que en ningún caso resulta ficticia, ya que la sangre que en los arenales de la vega se derrama es tan real como la vida misma, pero no sólo la sangre del toro es la única que se derrama, sino que los participantes del rito son conscientes de que han tomado una decisión firme que su desenlace no tiene marcha atrás, no existirá un nuevo guión que redacte el mismo torneo.
Lancero a pie ejecutando la suerte en el pinar

Por tanto el rito del Toro de la Vega es en sí mismo un ritual puro que lejos de embrutecer a las personas las carga de valores hoy día inexistentes en otros pseudo rituales; rituales simbólicos, abstractos pero necesarios, tan necesarios como el significado que tiene para una pareja el sentirse casados, aunque aquello sea un simulacro que puede romperse en cualquier momento. Valores tan importantes y tan requeridos por la sociedad como el de la solidaridad surgen de manera verdadera y sin intereses en el pinar de Tordesillas cuando los seres humanos se ayudan unos a otros simplemente por pertenecer al mismo grupo, un hecho que resulta inexistente en el deporte; la lucha entre iguales, la generación de violencia más allá de la cancha o el odio son algunos de las cesiones que nos ofrece el deporte; claro está que la defensa del deporte pasa por la errónea utilización de la cita latina "mens sana in corpore sano", una cita que hoy es vinculada a la necesidad que existe de practicar deporte para estar mentalmente sano, sin embargo sin nos vamos al significado real de esta frase veremos que se refiere exactamente a lo contrario y, curiosamente, encaja con los rituales, ya que dicha frase se refiere a la necesidad de tener un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado. Así pues, queda claro que nuestro espíritu hoy no se encuentra para nada equilibrado sin rituales que lo fortifiquen, por tanto nuestro cuerpo tampoco estará equilibrado por mucho deporte de competición que realicemos, ya que paradójicamente descubrimos que cuanto más deporte más lejos se encuentra nuestro espíritu del equilibrio.

Con esto no quiero decir que el deporte sea malo o destructivo de la persona, simplemente me refiero a que el deporte no puede ser sustituto del rito que es el que nos va a otorgar el equilibrio espiritual real, además, el fútbol en concreto vuelve a ser otro simulacro, un simulacro en esta ocasión de la propia guerra, claro está que resulta más favorable reducir nuestras diferencias con un balón que con balas, pero si vamos al propio ejercicio futbolístico veremos que existen pocas acciones de verdad; los jugadores dedican más tiempo a engañar a los árbitros y contrincantes que en ejercer un juego sin aditivos.

Por lo tanto, dejando de lado las ideologías animalistas de las que otro día hablaré, el Toro de la Vega es el ritual más puro, en el que no existe simulacro y además te otorga una serie de valores espirituales o como diría José Ramón Muelas del Patronato del Toro de la Vega: bienes inmateriales tan necesarios para el equilibrio espiritual y en ende para el equilibrio del cuerpo.

Una buena referencia audiovisual es este documental: aquí les dejo el trailer: